miércoles, 24 de marzo de 2010
Asilo del arte en la Ciudad del Arte sin censura
Estas fotografías, como tales, sólo son fotografías. El arte exige en su contemplación hacer abstracción de todo interés, lo cual lo convierte en una actividad inocente y a la par peligrosa. Estas fotografías fueron objeto de censura, y por ello, su contenido quedó impregnado con la mancha de la culpabilidad. Culpabilidad externa al arte y a su contenido como arte. Si fueran malas fotografías, no habrían sido expuestas jamás. Pero son buenas como tales. Es una lástima que la inocencia que aporta el arte a estos personajes tan populares, haya sido destruida desde fuera pretendiendo que eran algo más que fotografías, con ello se ha subrayado la culpabilidad esencial de sus protagonistas, que ni estéticamente pueden librarse de su responsabilidad. Tal vez por ello dimitió D. Roman de la Calle
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